El ama de llaves, normalmente una mujer de edad más avanzada, era una profesional valorada y con experiencia. Al ser la criada más importante de la casa, entre las mujeres, podía disfrutar de su propia habitación para su comodidad y privacidad. Aquí es donde organizaba todos los asuntos de la casa y pagaba facturas. El resto de los criados no solían entrar en la habitación. El ama de llaves también comía en esta habitación en vez de compartir mesa con el resto de los criados en el salón de los criados.
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