El comedor era una sala formal y masculina donde se recibía y se entretenía a los invitados. En esta época, los ingleses cenaban ‘a la francesa’. Su sobrio estilo era un símbolo del estatus social del anfitrión.
Un tipo de cena donde se presentaban varios platos al mismo tiempo y los comensales se servían del más cercano. Los criados recogían los platos, pero no servían la comida.