El estudio, o salón de retiro, de un caballero era un refugio donde este educado hombre georgiano disfrutaba de sus intereses en torno a la ciencia, los inventos y la naturaleza.
Los objetos y libros de los armarios son una muestra de la obsesión del siglo XVIII por el conocimiento, que llevó a reunir grandes colecciones en el período llamado la Ilustración.